domingo, 24 de marzo de 2013

MAESTRITO DE PUEBLO


Aprovecho esta entrada para adjuntar un poema que me ha encantado, a pesar de que algunas de las palabras no las entendía ya que es un poema que pertenece a Mexijo y cambian algunas expresiones. Pero lo que dice en él me gusta mucho y despierta mucho sentimiento en mí.
Yo soy titulada en técnico de Educación Infantil y como me encanta esta profesión y la siento totalmente mi vocación estoy cursando el grado de Magisterio Infantil, para seguir con mis ilusiones y llegar a mi reto propuesto a pesar de las dificultades que están hoy en día en esta sociedad, y por lo tanto con este poema me siento muy reflejada.
El buen maestro no sólo se basa en ver y transmitir el aspecto educativo sino el aspecto humano del alumnado, y se preocupa por su desarrollo integral.
La profesión de maestro esta menospreciada cuando para mí la considero la precursora de todo, sin educación no podría existir ninguna de las demás profesiones. Todo el mundo se mueve a través de la educación ya que conlleva los conocimientos de todos y cada uno de los ciudadanos. Gracias a ella todos somos mejores personas y podemos formarnos en la vida.

MAESTRITO DE PUEBLO


(ABRAHAM RIVERA SÁNCHEZ)

 ¡Que ya te dije que no!
Y tus caprichos no  acepto.
No importa que me dejes de hablar,
no me importa que te pongas molesto,
 aunque me cuelgues la cara,
aunque me hagas sentimiento,
mi permiso no he de darte,
 antes…antes, te lleno de cueros.

Tanto dinero gastado,
 tanto esfuerzo, tanto estudiar:
La primaria, la secundaria, la preparatoria,
 que cursos aquí, que cursos allá.
Tanta hablada de tu parte,
tantos sueños construyendo:
Que ibas para médico, que no,
que mejor licenciado,
que ibas para político
o tal vez para ingeniero.
Y ahora que estás como chiflado,
o loco te estás volviendo,
me sales de babosote, con la idea de ser maestro.

¿Qué no te va a dar vergüenza de rebajarte tan feo?
 ¿No te va a dar pena de bajar a tal empleo?.
Maestrito…¡Que gran cosa!
Uy... qué dignidad, que porvenir,
 que importancia…que abolengo.

Mira nomás. Maestrito de escuela.  
Un torpe. Un bueno para nada.
Haragán, Irresponsable. Vago. Majadero.
Un flojo al que solamente le gusta el dinero.
 Maestrito….¡mitotero!

   A ver. ¿Qué les vas a enseñar a los niños?
. Si ni siquiera sabes cantar.
Mucho menos contar un cuento.
Maestrito,
 si así como vistes, solamente vas para cirquero.

¡Que normal ni que ocho cuentos!.
Definitivamente no.
 No quiero que seas maestro.
 Antes, te llevo al campo, para que seas jornalero,
pa que el sol te de bien fuerte
y te hagas fuerte y prieto.

 Sí…así me dijo mi padre.
 Y yo, que mucho lo quiero,
bajé la frente y salí de casa diciendo:
---Está bien padre. Estoy de acuerdo.
Haré lo que usted diga.
 De verdad, se lo prometo,
pero ya no esté enojado,
no sea que le vaya a hacer daño.
Ya no  se enoje, haré lo que usted diga…
Seré licenciado o ingeniero.
        
Entonces salí,
 vagué por las calles,  por las huertas,
 por el jardín, por la placita, por la iglesia,
 pasé por una escuela y miré a muchos niños sin maestros.
También miré a los peones descalzos,
sudorosos, sin aliento,
 poniendo sobre un papel, solamente la huella de su dedo.

 También vi a las mujeres sin huaraches,
 cargando la leña del cerro,
 y esos niños…
esos niños hurgando entre los basureros.
Recogí entre mi alma,
a esa gente de mi pueblo,
a esa gente sin fortuna, sin redención,
 sin consuelo y los metí,
 los metí aquí dentro, en mi corazón,
 en mis entrañas, en mi cerebro.
Les di parte de mi conciencia y me confundí con ellos.

Allí, frente a esos niños enfermos,
 pensé que eran unos angelitos
despreciados del cielo.
Miré que no tenían alas,
los miré casi sin cuerpo.
Angelitos sin hogar, sin virgen,
sin padre nuestro.
Y entonces pensé: Si me aferro a ser licenciado,
médico, contador o ingeniero,
¿Cómo iba a despertar la conciencia de mi pueblo?...
¿En qué los voy a ayudar siendo licenciado?
Tal vez no podría darles amor,
justicia o palabras de consuelo.
No podría yo ofrecerles gran cosa, para calmar su tormento.

 Entonces volví a mi hogar.
Todo lo tenía resuelto. Llamé a mi padre y le dije:
--Padre, yo a usted mucho lo respeto.
Comprendo sus ansias, sacrificios y sus sueños.
Pero hoy, quiero que me escuche,
 por favor, solo un momento.
Si quiere que yo sea feliz,
si quiere de verdad que sirva a mi pueblo,
si usted quiere que colabore para mejorar a mi México,
si usted quiere que dedique  mi vida en lo que más quiero,
 por favor, papá, se lo suplico.
Deje que sea feliz con mis niños en la escuela,
deje que mi vocación se torne en mis clases y recreo.
 Yo quiero ser lección de amor,
quiero que mis palabras sean versos,
que sea yo lucero con mis palabras del alfabeto.
Deje que sea manantial, para saciar la sed de mi pueblo.

 Déjeme sufrir, déjeme luchar.
 Déjeme vivir con el pueblo para educarlos,
para construir un colegio.
Deje padre que luche, déme su permiso,
se lo ruego.
Quiero sembrar esperanzas,
quiero construir anhelos,
quiero formar una escuela,
 una escuela a los cuatro vientos.
Una escuela de libertad, donde haya luz y cantos nuevos.
Déme permiso papá, que sea un maestrito de pueblo.

Quiero marcar programas justos,
quiero trazar caminos nuevos,
deje que siempre la mies,
deje que propicie  el vuelo,
 el vuelo de esa águila que parece no tener alas, ni aliento. 

Usted ya ve, mi hermano es doctor,
el mayor es ingeniero,
 ellos, han formado en su ingratitud,
un mundo diferente, de explotación,
de egoísmo, de lujos y de dinero.
 A ver ¿Dónde están ellos?
Si de usted ya se han olvidado,
si ya no vienen al pueblo,
su mentalidad burguesa ha cambiado
 ¿Por qué no han venido a verlo cuando se pone enfermo?
Por favor papá, se lo suplico, déjeme que sea maestro.

Mi padre se quedó pensando.
Y después de un gran silencio, me abrazó y me dijo:
---Sí muchacho, te comprendo.
Me has abierto los ojos.
Anda, ve a luchar hijo mío,
 que aquí estaré esperando tu regreso.
Sé que traerás, muchas cosas logradas
 con fe y con empeño.
Cuando vuelvas hijo mío,
 vamos a estar muy contentos,
y tal vez se llenará esta casa,
con tu amor y los gritos de tus pequeños.


 Si aquí no me encuentras ya,
yo sé que tendrán ese consuelo,
de volver a esta tu casa,
 y de volver a tu pueblo.
Sé que vendrás a verme,
sé que vendrás por este viejo
y querrás con toda tu alma, enseñarme el alfabeto.

Si aquí no me encuentras ya,
ve a buscarme al cementerio.
Y allí, solitos los dos,
encerrados en el silencio,
me contarás de tus afanes,
de tus sueños logrados,
de tus sencillas tareas,
 de tus éxitos, de tus progresos. 
No me traigas flores hijo mío,
sé que no me las merezco,
ni cruz, ni nada. Solamente quiero tu recuerdo.

Anda hijo mío. Vete ya.
 México espera tu esfuerzo.
Te espera el hombre ignorante,
 te esperan los niños macilentos,
yo aquí  me quedo esperando, con orgullo verdadero.
 Anda hijo mío, vete ya.
Que si de momento muero,
voy a gritar con orgullo,
voy a gritar a los cuatro vientos:
¡MI HIJO!…¡MI HIJO!
¡ES UN MAESTRITO DE PUEBLO!


lunes, 11 de marzo de 2013

REFLEXIÓN SOBRE DIFERENTES VISIONES DEL SISTEMA EDUCATIVO DE ESPAÑA


Después de abordar varios artículos exhibo diferentes visiones de la educación en España, esto se produce a través de la posición que ocupes en nuestra sociedad, dependiendo de la cultura, ideología, los recursos económicos, pensamientos, desarrollo cognitivo y experiencia, cada persona crea una perspectiva diferente.

La educación en España ha evolucionado mucho con el paso de los años pasando por diferentes sistemas educativos. Cada una de las leyes impuestas han sido muy criticadas porque no se amoldaban totalmente a los ciudadanos españoles y a las necesidades de estos, la sociedad que es un principio fundamental para la educación va evolucionando pero el sistema educativo sigue apoyado en un modelo de enseñanza tradicional, por lo que no se adapta a los cambios que se viven en la realidad, no es bueno una metodología basada en la memorización, esto debería suplantarse por metodologías investigativas que promuevan aprendizajes concretos y funcionales, donde el esfuerzo para aprender lo interioricen y tenga sentido.

 A pesar de que España es un país que ha evolucionado mucho, no ha bajado su nivel académico respecto al pasado como mucha gente puede pensar, sino al revés se ha visto favorecido, esto lo afirman diversas investigaciones ya que los análisis que se produjeron era bajo el alumnado que se encontraba escolarizado, sin tener en cuenta que la inmensa parte de la población estaba excluida en la calle sin recibir formación porque no tenían derecho a ello. Sin embargo ahora reforzamos el sistema apostando por la educación inclusiva método muy favorable ya que todas las personas tienen los mismos derechos.

El cambio del sistema educativo a perjudicado tanto al profesorado (que no sabía cómo actuar), como al alumnado (que la enseñanza no le resultada estimulante y enriquecedora) incluso llegando a crearse comportamientos desafiantes tanto al docente como a los mismos compañeros y compañeras. Con todo esto se llega a producir el acoso escolar, llamado actualmente bullying que en algunos de los casos más extremos han ocasionado asesinatos y suicidios, algo que me resulta escalofriante.

España, desde mi punto de vista, ha sido siempre un país muy preocupado por la apariencia y la superficialidad. Este afán nuestro de grandeza nos ha llevado a cometer grandes errores a lo largo de nuestra historia que ha influido en nuestro modelo educativo.
La política española ha sido a lo largo de toda la historia de la humanidad un tira y afloja entre los dos grandes extremos y esto ha generado un sistema educativo inestable y desigual. Es inestable porque no ha cuajado en una sociedad que no responde a la situación idílica de la ley, y desigual, porque las desigualdades aunque nos afecten y duelan van a permanecer siempre en la mentalidad de nuestra sociedad, por lo que estamos ante un gran reto que tendremos que enfrentar los futuros docentes de las nuevas generaciones, en inculcar ante todo la igualdad de derechos y oportunidades. Resulta necesario que éstas nuevas generaciones sean los mejores alumnos de hoy y sean los futuros profesores del mañana ya que en ellos depositamos lo más valioso de lo que dispone una sociedad, la formación de las futuras generaciones y por tanto el futuro de la misma.

Aunque estemos sufriendo una crisis no hay que hacer tanto recorte en un ámbito tan esencial como es la educación porque ésta es responsabilidad de todos, hay que fomentarla y reconocer la importancia de lo que tenemos en nuestras manos, del peso que la educación tiene en la vida de las personas, siendo una parte fundamental de las mismas. Cuanto mejor sea la educación que ofrecemos a nuestros jóvenes, mayores oportunidades les brindaremos para mejorar sus vidas y con ello, formar un futuro mejor de nuestra sociedad. Es principal mejorar la calidad de la educación y dar a los jóvenes de hoy los materiales y recursos necesarios para que tengan la libertad de decidir lo que quieren mañana. Mejorando desde el presente para construir el futuro.